domingo, 21 de julio de 2013

Algunas páginas sobre El ciudadano

La compañera María Cristina San Martín nos envía estas páginas de internet que consultó para realizar su Trabajo Práctico sobre El ciudadano. Los invito a que las visiten.

https://sites.google.com/site/guionciudadanokane/estructura-narrativa
(en este Blog pueden encontrar el guión de la película)

http://es.wikipedia.org/wiki/Citizen_Kane

En este Blog, una crítca de Jorge Luis Borges:
http://www.canaltrans.com/lalinternamagica/005.html

http://www.claqueta.es/1940-1942/ciudadano-kane-citizen-kane.html

http://www.auladeletras.net/material/kane.pdf

Bonus track. Una versión leída estilo radio teatro de Otra vuelta de tuerca:

https://www.youtube.com/watch?v=BW39fnKsi5U

Un trabajo práctico para leer

Los invito a leer el Trabajo Práctico realizado por una compañera de ustedes. A la brevedad, iremos agregando otros. 

T.P. “Análisis narrativo de una película"
por María Laura Pérez
  
La película Citizen Kane (1941) de Orson Welles relata la vida de Charles Foster Kane, un magnate de los medios de comunicación que ha fallecido. Solo, en su habitación, al momento de su muerte, Kane pronuncia una palabra: Rosebud. El misterio que encierra esta palabra tiene su origen el desconocimiento absoluto de su referente. Thompson, el periodista encargado en llevar adelante la investigación sobre la vida personal de Kane, buscará la respuesta a este enigma en las personas que rodearon al millonario. La figura de Kane se construirá, entonces, de los relatos de terceros que contarán su experiencia junto a él. De acuerdo a los términos en los que se establecía la relación con Kane, los entrevistados proporcionarán una versión del ciudadano. Thompson recopila testimonios de Susan Alexander (la segunda esposa), de Walter Parks Thatcher (el tutor), de Bernstein (el apoderado), de Jedediah Leland (el amigo) y de Raymond (el mayordomo). A través del relato subjetivo de estos personajes conoceremos al “verdadero” Kane, o al menos con el que cada uno de ellos ha estado en contacto.

Narradores y puntos de vista.

Desde siempre el arte ha intentado franquear las barreras de lo establecido. Más aún en el siglo XX cuando la eclosión de las Vanguardias comenzó a cuestionar con más ímpetu los preceptos de la institución arte. El cine, como rama artística, nace a comienzos de este siglo y es desde sus orígenes un medio rupturista por excelencia, sobre todo cuando las técnicas cinematográficas logran perfeccionarse y ponerse al servicio de la narración. Citizen Kane, la película de Orson Welles, es un claro ejemplo de la conjunción de estos elementos. Para empezar, la película de Welles, tiene como recurso narrativo primordial el flashback.[1] Este recurso es utilizado para contar cada una de las historias que los allegados a Kane relatan. A través de estos flashbacks es que conoceremos a Kane. El ciudadano es, entonces, un constructo. Jamás habla por sí mismo de su persona, todo lo que se sabe de él es a través de la palabra de otros. La paradoja aquí reside en que el mismo Kane ha creado una construcción de sí mismo. Kane, ha dejado un monopolio de medios de comunicación, una enorme y fastuosa mansión, colecciones de piezas de arte. Todo esto funciona como emblema de lo que quería significar Kane para los otros: un hombre capaz de hacerlo todo, el hombre. En varias oportunidades a lo largo del film, el protagonista se jacta de ser Charles Foster Kane, se siente un hombre poderoso e intocable, y es este sentimiento el que quiere transmitir. Sin embargo, la muerte lo sorprende solo. Thompson comprende que Kane no es la persona que todos creían que era, que esconde un secreto y que cree que develará si descubre el significado de Rosebud.
La construcción de figura pública que ha hecho Kane de sí mismo es la que Welles se encargará de poner en duda a partir de la inclusión de los relatos de los entrevistados por el periodista. Esta visión de Kane se encuentra en el noticiero que se prepara para contar su vida. Allí el locutor, además de introducir al espectador en el tema y brindar conocimientos acerca de la vida de Kane, también comunica la visión que la sociedad tiene de él. Lo que supuestamente parece el relato más objetivo (ya que está constituido de material de archivo), es sin embargo, una sucesión de hechos que Kane ha dejado en la historia para que se lo recuerde. Esto, en palabras de Bajtín se llama la palabra autoritaria: “La palabra autoritaria pide ser reconocida y asimilada por nosotros, se nos impone con independencia del grado de persuasión interna de la misma en que lo concierne; la encontramos asociada con anterioridad a la autoridad.”[2] Por lo tanto, la palabra autoritaria se impone como una fuente verdadera que los hablantes tendrán que asimilar o discutir, que refuncionalizar o aceptar. En el caso de Citizen Kane, la palabra autoritaria, es decir la palabra de Kane, traducida en el informe del noticiero, será discutida por los testimonios de los personajes. Se presenta de este modo a la película como una novela dialógica en la que dos o más voces discuten acerca de la verdad o falsedad de un discurso. El dialogismo bajtiniano se da a partir de la unión de dos conciencias lingüísticas separadas en un enunciado (hibridación). Este encuentro no es entre dos conciencias impersonales, sino que, por el contrario son dos conciencias ideologizadas. Por ende, los personajes que brindan testimonio acerca de sus vivencias con Kane, poseen una visión fuertemente ideológica acerca de este personaje, que contrasta con la mirada que ofrece la palabra autoritaria. Cada personaje “lucha” por instaurar su discurso, porque a medida que transcurren los relatos el espectador asiste a la caída de Kane. En el principio de la película, a través del noticiario, se muestra a un personaje excepcional, que ha logrado muchos hitos en su vida; al final del film encontramos a un Kane solo, abandonado, vencido. Pero solo se puede arribar a esta imagen gracias a los relatos que narran los otros personajes. Entrar en diálogo con la palabra de otro siempre implica tensión ideológica en el discurso, dicha lucha dialéctica consiste en derribar la figura pública de Kane y suplantarla por la persona de la intimidad. La polifonía actúa aquí como la encargada de desmantelar a la palabra autoritaria de Kane que funciona como mito.
El relato subjetivo de cada uno de los personajes proporcionará un punto de vista sobre el ciudadano. Sin embargo, los relatos proveen algo más que su propia visión de los hechos. Un relato subjetivo debería proporcionar únicamente información que pudiera saber el sujeto que enuncia, no obstante, en Citizen Kane, los entrevistados poseen conocimientos de las características de un narrador omnisciente. Así, Leland sabe a la perfección lo que Kane habla con Susan Alexander aún después de que ha perdido todo contacto con su amigo. Estas alteraciones introducen en las narraciones de los entrevistados el punto de vista del narrador (en este caso Welles).[3] Esta operación conduce nuevamente al concepto de palabra autoritaria. La palabra del narrador, intenta imponerse sobre los relatos subjetivos deslizando su discurso ideológico. He de aquí, que como toda novela dialógica, Citizen Kane, también excede a la palabra autoritaria y no crea un discurso unívoco, sino que construye un relato plurilingüe en donde conviven muchas voces, y en donde la tensión dialógica se encuentra presente.
Además de la mirada del narrador, de los personajes y del mismo Kane, existe también la mirada del espectador, que está vinculada al personaje de Thompson. El periodista toma un hecho de la vida de Kane, la última palabra que pronuncia y comienza su investigación. El periodista sabe lo mismo que el espectador. Otro punto importante que ubica a Thompson en sintonía con el espectador es que su rostro no se distingue con nitidez en muchas escenas. En algunas ocasiones aparecerá de espaldas o no se tomará por completo su fisonomía. Estas decisiones estéticas están pensadas para que el personaje de  Thompson se identifique con el espectador, que se hagan las mismas preguntas, que compartan la misma información, que descubran juntos a Kane. Se juega aquí también con la posibilidad de adentrar al espectador en la película, si los ojos de Thompson son los ojos del espectador entonces la invitación a participar del descubrimiento del secreto de Kane es aún mayor.

La narración de la memoria: el flashback     

Desde siempre la forma de narrar una historia ha sido la preocupación de los escritores, y si bien es importante lo que se cuenta en una narración también lo es la manera en que se estructura el relato. Así, para los Formalistas rusos, la linealidad en el relato constituía una forma de automatización que se oponía a su ideal artístico que era el extrañamiento (ostranenie). Víctor Shklovski en “El arte como artificio” formula que para desautomatizar la percepción de los lectores hay que introducir en el relato procedimientos que desnaturalicen la escritura. “La finalidad del arte es la de dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimiento; los procedimientos del arte son el de la singularización de los objetos y el que consiste en oscurecer la forma, en aumentar la dificultad y la duración de la percepción. […]. El arte es un medio de experimentar el devenir del objeto: lo que ya está “realizado” no interesa para el arte.”(Así en el original).[4] El devenir del objeto está dado entonces por la manera en que el autor organiza los procedimientos literarios para hacer “aparecer” a este objeto. En la película Citizen Kane, podríamos pensar al personaje de Kane como a este objeto que deviene.[5] Es decir, Kane se presenta como un personaje con éxito y poder al principio del film, a pesar de ello, este sujeto muere solo; esta contradicción despierta una inquietud: descubrir quién es el verdadero Kane. Para revelar esta incógnita el realizador recurrirá a los relatos de los allegados a Kane mediante el recurso narrativo del  flashback. Continuando con lo que propone Shklovski, el enrarecimiento del objeto estará dado por la multiplicidad de los relatos que terminarán encadenándose en una narración lineal. La novedad que vuelve singular a esta obra es que no contiene una sola voz, sino que está formada por diversas voces y diferentes puntos de vista. Esta pluralidad de enunciaciones está articulada a través del flashback. Cada narración es contada en retrospectiva, y agrega a la figura de Kane una pieza al rompecabezas de su persona. El flashback funciona en sintonía con la prolongación de la percepción que postula Shklovski. Cada relato en restrospectiva hace que se agreguen datos a la historia personal de Kane, y cada uno de estos hechos aumenta, por un lado la información que tenemos del objeto; y por el otro, borra la imagen primera que se tenía de él, convirtiéndolo en un personaje diferente.
El flashback es constitutivo de la narración en la película y es lo que ordena la historia. La película comienza por el final (in ultima res) y gracias a la palabra de otros personajes se conoce la biografía del magnate. Por una parte, la historia de Kane es fragmentaria, porque cada uno de los entrevistados por Thompson brinda un segmento de la vida del protagonista; pero, por otra parte, los relatos en retrospectiva forman una narración lineal que van desde la infancia de Kane hasta su vejez. Esto se debe a que los flashbacks creados por los relatos acerca de la vida de Kane constituyen un relato enmarcado. El marco de la narración está dado por la investigación de Thompson que sirve de excusa para contar la vida de Kane. En un primer momento, la fábula (la “biografía” de Kane) parece no coincidir con el siuyet (argumento) porque los hechos no aparecen en orden cronológico sino que se presentan con saltos en el tiempo. En una segunda instancia, cuando comienzan a aparecer los relatos de los otros personajes, la fábula y el siuyet se alinean en el mismo eje temporal. El flashback tiene por ende una doble finalidad, porque si bien presenta un relato como fragmentario, une esos recortes narrativos en una historia lineal. Sin embargo, los tiempos del relato y de la historia no coinciden plenamente. El tiempo presente de la enunciación es el que pertenece a Thompson (como así también el del comienzo de la película cuando muere Kane). El periodista se entrevista con los otros personajes y todos esos encuentros ocurren en el tiempo presente. No obstante, el tiempo de la historia, representado en los relatos de la vida de Kane, pertenece al pasado. Los dos tiempos, el del relato (tiempo presente) y el de la historia (tiempo pasado) conviven paralelamente y confluyen en dos momentos de la película: al principio cuando ocurre la muerte de Kane y comienza la investigación de Thompson; y al final cuando se tasan las pertenencias del millonario y se arroja al fuego a Rosebud. Existen también pequeños intervalos en los cuales confluyen ambos tiempos, estos son los comienzos y los finales de las entrevistas y algunas situaciones que se limitan a dar consistencia a la investigación de Thompson (su visita al edificio Thatcher, la llamada telefónica ante el frustrado intento de hablar con Susan Alexander la primera vez, etc.).
El ciudadano Kane es un personaje que se arma con los recuerdos que otros tienen de él. Por lo tanto, la memoria es un elemento de importancia en esta película. La memoria pertenece a la subjetividad de cada personaje, es una memoria individual. Aunque también se podría decir que hay una memoria colectiva plasmada en la información que recopila el noticiario. El noticiario evoca una memoria colectiva porque está constituido con material de archivo, reutilizando información que antecede a la muerte de Kane. En la película se define al protagonista como una figura pública, y el noticiero retoma lo que ya se sabía de Kane para construir su informe. En este punto puede hablarse de una memoria colectiva. No obstante, lo más sobresaliente de la película es la participación de los relatos subjetivos y cómo cada uno de ellos aporta una voz diferente en la historia. Estas memorias individuales luchan por instaurar su sentido como verdadero. Para ello utilizarán recursos propios de la memoria (y de la narración) como la elipsis, la prolepsis, la analepsis, la condensación del tiempo, etc. Todos estos procedimientos están al servicio de la narración de la historia, pero también son estratagemas para imponer la visión que se tiene de Kane; y que es, además, la que el narrador quiere imponer en el público. Siguiendo con la teoría bajtiniana, Citizen Kane se comporta como una novela dialógica porque se produce en ella la lucha con la palabra autoritaria, representada en este caso, por la memoria colectiva que se encuentra en tensión con las memorias individuales, inscriptas en los relatos subjetivos. Esta tensión entre discursos puede ejemplificarse en esta cita de Voloshinov: “El signo no sólo existe como parte de la naturaleza, sino que refleja y refracta esa otra realidad y por lo mismo puede distorsionarla o serle fiel. […] A todo signo puede aplicársele criterios de una valoración ideológica (mentira, verdad, corrección, justicia, bien, etc.)”.[6]  Es decir, todo discurso puede ser discutido, y justamente es lo que ocurre en Citizen Kane, en donde las voces entran en diálogo para mostrar su visión de Kane: rebelde para Thatcher, idealista para Berstein, traidor para Leland, manipulador para Susan, débil para Raymond, poderoso para el mismo Kane, un misterio para Thompson.
Los relatos de cada uno de los personajes que evocan la vida de Kane utilizan recursos para contar los sucesos. La elipsis es uno de los recursos más utilizados en las narraciones en general, y se usa para agilizar los relatos o para borrar u ocultar datos. En el film se encuentran varios ejemplos de elipsis, pero los más importantes son los que están vinculados a lo no dicho. La omisión de Thatcher sobre la adolescencia de Kane es significativa porque se esconde el motivo que lleva al protagonista a preferir ocuparse de un diario insignificante como lo es el New York Inquirer  y rechazar otros negocios más fructíferos. Además esa elipsis crea un vacío alrededor de la pretensión de Kane de ser el hombre más poderoso de los Estados Unidos, el proyecto de alcanzar un éxito rotundo ya puede vislumbrarse en sus primeros pasos como director del diario. Es verdad que algo puede inferirse sobre este tema en las escenas de su niñez, pero no son del todo precisas y ese bache en la adolescencia de Kane ayuda a instaurar el misterio alrededor de su figura. Otra elipsis importante es la relacionada con la muerte de su ex esposa y su hijo. No se menciona nada más que han fallecido en un accidente. El ocultamiento de la reacción de Kane ante este hecho, es una estrategia más para no mostrar a un hombre con otros sentimientos que no sean propios del egocentrismo. A partir del relato de Leland se presenta a un Kane en decadencia moral, mostrarlo arrepentido, compungido, triste sería ir en contra de esta idea. De ahora en más, Kane será cada vez más repudiable, y solo ganará la lástima del espectador con su muerte en soledad.
Las prolepsis y las analepsis son, al igual que la elipsis, elementos constitutivos de la memoria y también de las digresiones propias de los relatos orales. Las entrevistas, suerte de conversaciones, se vuelven un poco más reales con la inclusión de estos procedimientos. Al comienzo de cada entrevista, los personajes hacen una especie de “introducción” de su relato. Estas introducciones contienen prolepsis. Cada personaje dará un adelanto de lo que sucederá con Kane. Susan Alexander dirá que todo lo sucedió en su matrimonio fue idea de su esposo, menos el separarse. Efectivamente, al final de este relato Susan abandona a Kane. Raymond, el mayordomo dice que Kane en sus últimos tiempos decía cosas sin sentido y al término de su discurso, se contará que pronunció Rosebud como una incoherencia más, clausurando de alguna manera, el misterio para Thompson. Leland también hace una especie de prolepsis al decir que no habló más con él después de que pasaron ciertas cosas entre ellos, esto adelanta el distanciamiento definitivo entre ellos cuando Kane lo despide del diario.
Dos secuencias constituyen las analepsis más significativas de la película. La primera es la que sucede en el instante en que Kane toma la bola de cristal y pronuncia “Rosebud”. Allí recuperamos el comienzo de la película, la muerte de Kane y la caída de ese objeto. Comprendemos que, tal vez, Rosebud tiene que ver con la perdida o el abandono de Susan. La segunda analepsis ocurre cuando arrojan el trineo al fuego, y en el momento en el que se lee la palabra Rosebud, el espectador conoce la verdad y recupera las imágenes de Kane jugando en la nieve, del trineo olvidado afuera de la casa.
El último recurso a señalar es la condensación del tiempo, este es elemento es utilizado cuando se quiere representarse un comportamiento repetido. Esta condensación puede verse en la actitud de Kane con sus esposas. Los años de matrimonio junto a Emily Norton, se comprimen en unos segundos, lo mismo ocurre con las actuaciones en la Casa de Ópera de Susan Alexander. No es casual que se muestre este comportamiento de Kane hacia sus esposas ya que marca la imposibilidad de brindar amor por parte del protagonista. La indiferencia hacia las necesidades de sus esposas pone de manifiesto su egoísmo, que termina con el fracaso de ambas uniones.

Conclusión

Citizen Kane es una película en la que conviven diferentes discursos que mantienen una tensión dialéctica por el lugar de la enunciación. Por momentos, estos relatos se vuelven permeables a la voz del narrador que desliza su propia visión. A pesar de ello, las diferencias ideológicas persisten y siempre se presenta una línea de fuga para que el espectador pueda formar una visión más o menos independiente de la figura de Kane. Esto es propio del funcionamiento de las novelas dialógicas y podemos afirmar que la obra se comporta como una. Para poder lograr este estatus es importante destacar que la película incluye diversos procedimientos narrativos que logran extrañar la mirada del espectador. De este modo, se anula la unidireccionalidad de sentido y se habilita al espectador a pensar una mirada nueva acerca de las posibilidades que ofrece este film.

Bibliografía
Amount, Jaques y otros. Estética del cine. Buenos Aires, Paidós Comunicación, 2011.
Bajtín, M. Teoría y estética de la novela, capítulo IV, “El hablante en la novela”. Madrid, Taurus, 1991.
Sklovski, V. Sobre la prosa literaria. “El arte como artificio”. Barcelona, Planeta, 1971.
Voloshinov, V. N. El marxismo y la filosofía del lenguaje. Versión española de Tatiana Bubnova. Madrid, Alianza Editorial, 1992.



[1] Este recurso será explicado con más detalle en otro apartado que tratará sobre la construcción de la memoria.
[2] Bajtín, M. Teoría y estética de la novela, capítulo IV, “El hablante en la novela”. Madrid, Taurus, 1991, pp. 159.

[3] “La función del narrador no es la de <<expresar sus preocupaciones esenciales>> sino la de seleccionar, por la conducción de su relato, entre una serie de procedimientos de los que no es necesariamente el creador, pero si a menudo el usuario”.  Amount, Jaques y otros. Estética del cine. Buenos Aires, Paidós Comunicación, 2011, pp.110-111. De acuerdo con esta cita, Welles en tanto realizador del film, será tomado en cuenta como el narrador en la película. 
[4]Sklovski, V. Sobre la prosa literaria. “El arte como artificio”. Barcelona, Planeta, 1971, pp. 62.
[5] Me referiré a Kane como un objeto para los fines analíticos de este apartado ya que se toma a este personaje como un constructo literario. Esta asimilación del personaje a un objeto es pertinente debido a que Shklovski habla del extrañamiento del objeto, y, en la película se busca desautomatizar el concepto que se tiene de la figura de Kane.
[6] Voloshinov, V. N. El marxismo y la filosofía del lenguaje. Versión española de Tatiana Bubnova. Madrid, Alianza Editorial, 1992, pp. 33.

sábado, 13 de julio de 2013

Consignas para el final de Narrativa I

IES Nº 2 “Mariano Acosta” – Postítulo en narrativa y artes visuales

Examen final de Narrativa I

Responda dos de las siguientes preguntas ejemplificando – si se pide – con textos literarios trabajados durante la cursada. Las respuestas deben ser breves, precisas y concisas. Cada respuesta no debe exceder la extensión de una carilla de Word (tamaño A4, texto a doble espacio, tamaño de letra 12 puntos, en lo posible desarrollada en uno o dos párrafos). No hace falta que presente carátula ni portada. 

1- Narradores y focalización. Mencione dos tipos diferentes de narrador y ejemplifique con dos de los textos leídos. Analice brevemente qué efecto de lectura genera la elección de ese tipo de narrador. ¿Qué tipo de focalización se emplea en cada caso?

2- Tiempo, espacio, personaje. Elija una de las obras leídas y comente cómo se presenta el personaje en relación con las coordenadas tiempo-espacio.

3- Niveles narrativos. Comente la función del relato enmarcado en una de las siguientes obras: El beso de la mujer araña, de Manuel Puig; Otra vuelta de tuerca, de Henry James.

4- Polifonía. ¿Cómo se construye la polifonía en una de las novelas leídas (Boquitas pintadas, El beso de la mujer araña, de Manuel Puig, Otra vuelta de tuerca, de Henry James, El gallo de oro, de Juan Rulfo, ¿Acaso no matan a los caballos?, de Horace Mc.Coy)?


5- Tiempo: anacronismos. Analizarlos en dos de los relatos leídos. 

Prof. Fulvio Franchi